Mucho más que amigos del río, desde 1998

Un día como hoy, hace 23 años, ADARSA ONG nacía como un sueño. Un grupo de personas había logrado detener un dique en la localidad de Cuesta Blanca, una obra que implicaba un daño para nuestro querido Río San Antonio. Casi 20 años después, algunos impulsores de aquella obra lo han reconocido.

Hoy, algunos de los fundadores y nuevos miembros continuamos ese camino siguiendo los pasos de los pioneros: 23 años de trabajo continuo cuidando nuestro lugar, apostando a la educación ambiental y a las acciones señeras, como lo fue el amparo que frenó a la desarrollista GAMA y evitó la destrucción del bosque nativo protector de la cuenca, con una Audiencia Pública que demostró que estamos inmersos en los procesos de construcción colectiva; como la producción del Perfil Geomorfológico del río San Antonio; la participación para concretar la creación del sistema telemétrico de alertas tempranas sobre crecientes; como llevar a juicio y poner en el banquillo de los acusados -por primera vez en la provincia- a un ex-funcionario público del área ambiental cordobesa; la indispensable presencia siendo miembros del Consejo Asesor de Planificación Urbano Ambiental de nuestra localidad; como el activo asesoramiento para que se declare el Área Protegida Municipal en San Antonio de Arredondo; como la conformación de la brigada forestal vecinal “Biguá” en el sur de Punilla. Siempre trabajando, apoyando y promoviendo acciones en defensa de la calidad ambiental -no solo a nivel local sino también de la provincia- como en la Ley de Bosques, como en el cuidado de la cuenca del embalse lago San Roque.

Estas y otras tantas cosas logramos unos pocos “ambientalistas” con voluntad y constancia, sosteniendo acciones para que se conviertan en hábitos, trabajando en comunidad, porque estamos convencidos que somos mucho más que una organización socioambiental: somos un grupo humano coherente y comprometido.

¡Hay equipo! ¡Vamos todavía!

Gracias a las comunidades de Cuesta Blanca, Icho Cruz, Mayu Sumaj, San Antonio de Arredondo y Villa Carlos Paz, que nos acompañan día a día en este camino.