El Ambiente se cuida con democracia y participación, no con represión
La Asociación de Amigos del Río San Antonio (ADARSA ONG) viene trabajando desde hace décadas por la protección de la Cuenca del Río San Antonioy en la educación ambiental.Con charlas, proyectos y acciones de diversa índole con otras instituciones hemos logrado generar mayor conciencia sobre la crítica situación ambiental que estamos sufriendo y la necesidad de profundizar las acciones, no solo individuales, sino también gubernamentales para frenar la degradación de nuestro ambiente. Este accionar, democrático, participativo y consensuado, lamentablemente se ha topado, como en el día de la fecha, con acciones represivas e intimidatorias por parte de los Gobiernos Municipales y Provincial.
Ante los devastadores incendios que estamos padeciendo en la región sur del Valle de Punilla, miembros de ADARSA ONG, en carácter de vecinos, hemos colaborado por todos los medios a nuestro alcance en el combate que los bomberos están ejerciendo contra el avance del fuego, que también ha afectado viviendas de la zona, provocando mucha preocupación en la localidad.
Sin embargo, esta mañana en el Centro de Operaciones donde durante los días previos hemos estado trabajando junto a bomberos y brigadistas, ante la presencia de funcionarios del Gobierno Provincial (el Vice Gobernador Manuel Calvo junto con funcionarios de las áreas de ambiente y turismo), observamos con desazón que integrantes de ADARSA ONG y de otras organizaciones que se acercaron a escuchar lo que tenían para decir los funcionarios, fuimos intimidados por personal del Municipio de San Antonio y la Policía de Córdoba, quienes incluso llegaron a seguir hasta sus casas -con móviles policiales- a algunos de nuestros integrantes, obligándolos a detenerse e identificarse, en una evidente actitud represiva ante un hecho absolutamente legal y democrático.
Nos preguntamos qué esconde esta actitud del Gobierno, que responde con persecuciones a quienes trabajamos voluntariamente por el bienestar general. Estos hechos hacen pensar que en la Provincia de Córdoba no solo está en riesgo el presente y futuro de las generaciones venideras, sino también la democracia.